El panorama de una oficina con un teléfono de disco, una máquina de escribir y un rolodex evoca recuerdos nostálgicos. En esa época, la línea telefónica simbolizaba la innovación y la duración de una central telefónica a menudo se veía como una prueba de calidad. Pero, ¿cómo es eso hoy en día?

Centrales telefónicas de antaño

En 1876, el teléfono fue inventado por el señor Alexander Graham Bell. Los primeros teléfonos funcionaban sin central y solo podían conectarse con dos aparatos. Esto se hacía a través de una señal eléctrica, que formaba la base para la comunicación. Este invento sentó las bases para las primeras centrales telefónicas, que fueron introducidas en 1878 por la Bell Telephone Company, cofundada por Bell. En los Países Bajos, este concepto fue adoptado por la Nederlandsche Bell Telephoon Maatschappij, que introdujo el uso de teléfonos y centrales telefónicas en nuestro país. Estas centrales funcionaban completamente de manera manual y dependían de telefonistas que conectaban a los abonados a través de grandes tableros de conmutación. Más tarde, el desarrollo de centrales automáticas permitió que las llamadas entre diferentes abonados se realizaran de manera mucho más eficiente.

Calidad de antes versus ahora

Las clásicas centrales telefónicas analógicas del siglo XX eran conocidas por su robustez. A menudo se dice que la calidad de los productos hoy en día ya no es lo que solía ser. Los dispositivos modernos se ven regularmente como parte de una sociedad de consumo desechable. Si extrapolamos esto a la telefonía, vemos que una central telefónica promedio solía funcionar de manera confiable durante aproximadamente 6 a 10 años. Este promedio, sin embargo, dependía en gran medida de cuán intensivamente se utilizaba la central. Las fallas eran raras, pero las actualizaciones o ampliaciones requerían mucho tiempo.

La transición a centrales telefónicas digitales

Con la llegada de las centrales telefónicas digitales, el enfoque cambió de la durabilidad técnica a la vida económica. Aunque una central digital puede durar más técnicamente, requieren actualizaciones de software regulares para evitar fallas, soportar nuevas funciones y seguir cumpliendo con los estándares modernos.

Hoy en día, a menudo sucede que las empresas optan por omitir actualizaciones, lo que a largo plazo conduce a la obsolescencia y mayores costos. Además, la telefonía digital a menudo estaba vinculada a hardware físico. Aunque más flexibles que los sistemas analógicos, seguían siendo limitados por la necesidad de mantenimiento y la dificultad para escalar.

Telefonía digital en la nube

¿La solución más moderna? Una central telefónica basada en la nube. Aquí, la vida útil es, en principio, ilimitada. Sin hardware físico, el desgaste, las roturas y los reemplazos costosos son cosa del pasado. Te beneficias de actualizaciones automáticas, copias de seguridad y una solución escalable que crece con tu empresa.

Con una central telefónica en la nube, puedes conectar fácilmente múltiples dispositivos, conectar ubicaciones y gestionar llamadas desde cualquier dispositivo, incluidos teléfonos móviles. Esto integra completamente la telefonía móvil en tu red telefónica empresarial.

Ventajas de una central telefónica basada en la nube

  • Sin hardware físico: No hay fallas por desgaste o equipos defectuosos.
  • Actualizaciones automáticas: Siempre acceso a las últimas funciones sin costos adicionales.
  • Escalable: Añade fácilmente nuevas líneas o dispositivos.
  • Flexible: Gestiona llamadas a través de teléfonos móviles, laptops y más.
  • Ahorro de costos: Sin alta inversión inicial, solo una tarifa mensual fija.

Con una solución basada en la nube de Belfabriek, estás listo para el futuro, sin preocuparte por la vida técnica o económica de tu central. ¿Quieres saber más? ¡Ponte en contacto con nosotros!